lunes, 18 de mayo de 2009

ESTADILLA


Entre los escritores más antiguos en aragonés bajorribagorzano destaca Bernabé Romeo y Belloc. Nacido en Estadilla (Huesca) en 1841, estudió el bachiller de Artes en Lérida y Derecho en las ciudades de Zaragoza y Madrid. Más tarde, siendo ya catedrático, dió clases en un instituto de Lérida. Algunos de sus familiares afirman que fue también médico homeópata. Humanista políglota, escribió en varias lenguas, además del castellano. Así lo demuestra en su libro más emblemático: “Las fuentes de la poesía”. Publicado en Zaragoza en 1888, en él recoge buena parte de su producción poética en diez apartados que llevan cada uno de ellos el título de una fuente de su pueblo natal. En “Las fuentes de la poesía” podemos leer odas, fábulas, epigramas, sonetos, seguidillas, etc. escritos fundamentalmente en castellano, pero también en latín, francés, italiano, sin olvidar el aragonés de la Baja Ribagorza de donde era originario y el catalán, por su formación en Lérida.

Su vida transcurrió entre Estadilla, Zaragoza y el Monasterio de la Cartuja en Sariñena del que fue propietario durante un tiempo. Finalizó sus días en Madrid con su hijo Leopoldo Romeo, importante periodista aragonés, creador del periódico Informaciones.

Romeo y Belloc pertenecía a una acomodada familia, con un importante patrimonio (diez casas, abundantes tierras, molinos, posadas…) todo ello gestado, según afirma un biznieto, en unas minas de plata. El poeta, sin embargo, siempre mostró su solidaridad con los más desfavorecidos, siendo desprendido con los pobres. Bernabé dejó escrito en su lengua natal:

Qui no abra cuan llame
al que tiene fame,
¡Dia llegará
que chemecará!

Su hijo Leopoldo heredó de su padre la pasión por la escritura y ese sentido de la solidaridad, creando en Madrid Los Comedores de caridad “para pobres vergonzantes”, que serían inaugurados por el rey Alfonso XIII. Leopoldo, simpatizante y amigo del Conde de Romanones, se batió en duelo a “sables sin filos” con el General Primo de Rivera que pretendía cerrarle el periódico Informaciones y fué también víctima de un atentado que aunque no le causó la muerte, le dejó incrustada una bala en la cabeza. Con él pasó la última parte de su vida el poeta Bernabé Romeo que enviudó joven.

Romeo y Belloc, de talante liberal, vivió en una época de exaltación de los nacionalismos, lo que explicaría sus escritos en catalán y en aragonés. De su afición por la lingüística da crédito su obra “España griega, ni árabe ni latina”, un ensayo breve sobre los orígenes del castellano donde recoge más de 700 vocablos procedentes de la lengua griega.

Bernabé Romeo también publicó un librito titulado “Patria con honra ó sea España, cuna de la humanidad, origen y raíz de todas las lenguas, fuente de la historia”. El poeta murió en Madrid en 1916 y está enterrado en el cementerio de la Almudena. Tuvo nueve hijos, cuatro de ellos murieron a corta edad. No es de extrañar que Bernabé escribiera algunos versos dedicados a su mujer, cargados de sentimiento:

Nuestro amor querubines para el cielo
y ángeles dio que endulzan nuestras penas,
en este valle de fugaz bonanza

La única hija que sobrevivió en un tiempo de gran mortandad infantil fue Carrodilla Romeo, precisamente la que estaba destinada a conservar todos los escritos de su padre.

Hasta el año pasado nada se sabía de la familia de Bernabé. Sin embargo, recientemente se ha contactado con una nieta de Carrodilla, llamada Julia Borges, que vive en Tenerife y que había recibido de su madre el legado de Romeo y Belloc. Gracias a un fragmento del documental Visions d’ una llengua de Aurelio Bardají, colgado en YouTube, en el que se hablaba del aragonés de la Ribagorza y por supuesto de Bernabé, Julia Borges contactó con nosotros, mandándonos amablemente todos los manuscritos de su bisabuelo.

De esta forma, se han recuperado bastantes datos sobre su vida y obra que serán recogidos en un libro en el que estamos trabajando conjuntamente Jusep Raúl Usón, editor de Xordica, Xavier Tomás que trabaja el aspecto lingüístico de la obra de Romeo y yo misma que recogeré en dos apartados del libro importantes aspectos de la desconocida biografía de este poeta aragonés, así como algunos textos inéditos en diversos idiomas. Como muestra, quede esta estrofa impregnada de la temática romántica por excelencia:

Déjame en paz, tránsito de la muerte
Que harto presto he de ver ante mis ojos
Los mismos despojos
Que en este suelo deja humana suerte
Y mientras tanto deja que me anime
La musa del amor y me ilumine.


Elena Chazal. www.elenachazal.com

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